Como aprendizaje colateral del pastoreo, hemos tenido que ir mejorando y aprendiendo a cuidar de las ovejas, lo cual no es tan sencillo como aparentaba.
Cada año es obligatorio hacer la sanidad del rebaño (viene el veterinario a sacar sangre para hacer la prueba de la brucelosis). También hemos vacunado de basquilla y lengua azul, que son dos enfermedades peligrosas que suelen afectarles. La explotación hay que darla de alta en el registro correspondiente y para ello la finca tiene que ser inspeccionada y declarada como idónea para la actividad. Tras esto cada animal es identificado con su crotal y el bolo (microchip que los rumiantes llevan en el estómago). Cada explotación tiene que tener su libro de registro en la que se anotan las altas y bajas, la procedencia de los nuevos ejemplares o el destino de los que salen de la explotación, los tratamientos administrados......etc.
Hasta aquí todo lo que te van diciendo que tienes que hacer y que no es más que seguir una especie de guion y cumplir con la ley. Pero los problemas van surgiendo y normalmente no sabes ni por donde han llegado. Por ejemplo, hace dos años comenzaron a cojear todas las ovejas (empezó una y le siguieron las demás). Al final tenían una especie de hongo en las pezuñas llamado pedero que habían contraido por el encharcamiento del prado donde solían estar. Osea, que ahí aprendimos que en la época más lluviosa hay que buscarles lugares secos. Hubo que tratar a todas las ovejas con antibiótico y un líquido y significaron semanas sin entrenar.
En otra ocasión compré 5 ovejas de pura raza (colmenareñas) porque me hacía ilusión probar con esta raza autóctona, pero en un mes habían muerto las 5. Ante lo inusual del asunto en la cuarta se hizo necropsia. La razón de la muerte era el cambio de alimentación (tenían una toxoplasmosis). Los ejemplares pasaron de comer en Aranjuez (donde las compré) a comer en la sierra, con lo que el tipo de hierba es diferente y no tenían la flora intestinal preparada para digerir bien Tendría que haber hecho un cambio gradual de alimentación, pero no tenía ni idea en ese momento
Por su puesto, todos los años las esquilamos. También se les suplementa la comida en las época de mayor carestía o cuando están dando leche. Al principio consideramos buena idea tener macho y obtener algún cordero de vez en cuando, pero finalmente hemos quitado el macho porque la cría de corderos es poco compatible con los entrenamientos a los que sometemos a neustras ovejas.
Hasta hace un mes teníamos 80 ovejas. Como ya se habían acostumbrado mucho a los perros y, además, habían aprendido a saltar la valla de la finca, las hemos vendido y ahora tenemos 21 ovejas nuevas y salvajes con las que es una gozada entrenar.
En verano está el problema del agua. Aunque por nuestra finca tenemos la suerte de que pasa un arroyo, que algunos años no llega a secarse, la sequía de este año lo ha secado y ha supuesto llevar agua con un depósito de 1000 litros que llevamos en remolque. Osea, todo el día liados.
Club de Pastoreo "Sierra de Guadarrama"
Juan Carlos Aparicio del Val
664 37 54 45